No voy a escribir sobre lo bonito y especial que es un cuadro pintado a mano…
Comencé a dibujar donde la perfección era clave y salirse de la línea no era factible y se impuso mi inconformidad contra el papel pautado y reivindiqué la perfección en la imperfección.
Una vez finalizando una pintura una mancha de tinta cayó sobre el papel donde no era… intenté quitarla pero…
… entonces me di cuenta que la mancha también forma parte de una obra, de un dibujo, de aquello que quieres interpretar, porque la mancha cae libre, sin prejuicios, sin estar pendiente de el qué dirán o qué pensarán, si tendrá más o menos likes por estar ahí o por estar de esa forma, cae donde quiere y como quiere, sin hacer daño a nadie, sin ofender ni faltar respeto, sencilla, sutil y honrada, pero con fuerza, pisando con garbo y dejando huella ?.
Salirse de la línea también es válido, es bonito y también mola y mucho, porque la mancha tiene mucho que decir y porque salirse de la línea debería ser obligatorio y porque mancharse debería ser un símbolo de libertad.